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Blog
  • 04.06.2020

Sin electricidad, ni Internet ni aprendizaje en línea: la historia de Lara

Shanghái, enero de 2020

Me desperté una mañana de las vacaciones del Año Nuevo Chino y descubrí que no íbamos a volver a la escuela el 3 de febrero como se esperaba. En su lugar, nos dijeron que nos preparáramos para enseñar en línea. La educación ha tenido que reinventarse rápidamente conforme la pandemia se propagaba por todo el mundo. Docentes de todos los rincones del planeta se han reunido en las redes sociales para apoyarse mutuamente y compartir experiencias durante estos tiempos difíciles. Pero, aunque cada vez estoy más familiarizada con la enseñanza en línea, aún no me siento tranquila. Soy una de esas personas privilegiadas con la buena fortuna de poder acceder a gran cantidad de recursos. Pero, ¿qué ocurre con quienes no tienen tanta suerte? Pensaba en las personas de mi propio país, Mozambique, y otros países en desarrollo en los que la gran mayoría de la población no disfruta de acceso a la electricidad, y mucho menos al aprendizaje en línea.

 

Lara, que tiene 13 años y cursa octavo, comienza su día ayudando a su familia con las tareas alrededor de la cabaña donde vive, en lugar de dirigirse a la escuela como solía hacer antes de esta aterradora pandemia. Lara y su familia viven en Manhiça, en la provincia de Maputo en Mozambique. Asiste a la escuela Filipe Nyussi en Maluana. Ninguno de sus progenitores terminó la educación primaria. Su padre es el único proveedor de ingresos familiares y gana alrededor de 45 dólares mensuales, que debe repartir cuidadosamente entre la alimentación de la familia y la educación de Lara y sus siete hermanos y hermanas.

Pese a las dificultades, el padre de Lara dice que su sueño es que su hija complete sus estudios. Se le ilumina la cara de orgullo al describir a Lara como una estudiante inteligente, apasionada y entregada. Por desgracia, también está lleno de preocupación por el futuro incierto.

Las escuelas de Mozambique han cerrado a causa de la pandemia y, por ello, la rutina diaria de Lara ha cambiado radicalmente. Tiene que quedarse en casa, mientras que su padre camina hasta la escuela para recoger las tareas escolares. Cuando su padre llega a casa después del trabajo, Lara completa sus tareas y después se las envía a sus docentes para que las examinen y califiquen. A veces, su padre ha tenido que ir a recoger las tareas dos veces, y pagar hasta 160 meticales (alrededor de 2,40 dólares de los Estados Unidos).

A Lara le entusiasma aprender, y se siente frustrada porque cuando va a la escuela puede dedicar cuatro horas al día al estudio, mientas que su rutina actual solo le permite dedicarle una hora diaria. La familia piensa que el nivel de educación actual es extremadamente bajo, pero, desgraciadamente, no pueden hacer mucho al respecto. Se quejan del gasto adicional que suponen los materiales impresos.

Lara y su familia no tienen acceso a la electricidad y, por consiguiente, no tienen televisión ni Internet en casa. Es una situación muy común en todo el país. Por este motivo, las escuelas han recurrido al material escrito preparado por los docentes para que los estudiantes aprendan en casa. Muchos otros niños de zonas rurales, en especial niñas, afrontan desafíos similares. Aunque se supone que la escuela es gratuita, un gran número de personas se ha quejado de las tasas por el material impreso. Además, no ir a la escuela conlleva que niñas como Lara se hallen expuestas al riesgo subyacente de matrimonios o embarazos prematuros.

Las escuelas privadas en las zonas urbanas están invirtiendo en la instrucción en línea para sus alumnos. Sin embargo, el nivel de inversión no es equiparable ni sistemático en todas las escuelas. Algunas escuelas privadas están avanzando más rápidamente con las plataformas y las clases en línea a fin de satisfacer mejor las necesidades de sus estudiantes. No obstante, dependen también de la disposición o capacidad financiera de los progenitores para invertir en el acceso a tecnologías como conexión a Internet, computadoras y dispositivos móviles.

Según se ha puesto de relieve a través de estudios, la calidad de la educación en Mozambique va a la zaga de la de los países vecinos, y el nivel de retención escolar de las niñas en el país sigue siendo un problema. Además, el país también tiene dificultades para ofrecer capacitación adecuada a sus docentes.

La educación en línea no es una opción viable en un país en el que la mayoría de las personas no tiene acceso a Internet. Mientras que los docentes de todo el mundo se reúnen en las redes sociales para colaborar y transformar la educación, algunos docentes y escuelas de países menos privilegiados quedan olvidados.

Nadya Faquir

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Este artículo forma parte de la campaña #VocesdeDocentes del Equipo Especial sobre Docentes, cuyo propósito es poner de manifiesto las experiencias de los docentes que trabajan cada día para asegurar que sus estudiantes siguen beneficiándose de una educación de calidad, a pesar de la pandemia de COVID-19. Para participar, visite la página que hemos creado a tal efecto.

Noticias
  • 07.09.2020

El Togo elabora una política docente nacional

Tras la adopción de la agenda Educación 2030, que sitúa a los docentes en el centro del derecho a la educación de calidad, el Gobierno del Togo decidió formular una política docente nacional exhaustiva. El Equipo Especial Internacional sobre Docentes para Educación 2030 tiene el mandato de ayudar a los países que solicitan asistencia técnica relacionada con el profesorado y la docencia. En este contexto, el Equipo Especial sobre Docentes respondió a la demanda del Togo, que pidió asistencia técnica para formular una política docente nacional, mediante el uso de la ”Guía para el desarrollo de políticas docentes”.

¿Por qué se necesitaba una política?

Según el Instituto de Estadística de la UNESCO, la población en edad escolar de educación primaria ascendía a 1.180.321 en 2015, pero solo había 33.900 docentes de este nivel educativo. Solo el 32,6% de ellos son docentes de educación primaria cualificados según las normas nacionales, y la ratio de niños por docente era 41:1 para este nivel. En la década de 1990, el Togo optó por utilizar “docentes con contratos temporales”, pero ahora se ha propuesto dotar a su sistema educativo de una fuerza docente más sólida.

Proceso de elaboración

A fin de facilitar la aplicación y la consecución del acceso equitativo a una educación de calidad, el Togo elaboró una política docente nacional que abarcaba todos los niveles y aspectos de la profesión docente. La política se desarrolló en paralelo a la revisión del plan nacional del sector educativo con miras a integrarla en el plan sectorial revisado.

La política docente nacional del Togo tiene el objetivo de proponer medidas para mejorar las condiciones de trabajo y la motivación de los docentes.

Se creó un equipo técnico multisectorial nacional en el que participaban las diferentes partes interesadas en la educación del país: representantes de ministerios, representantes de asociaciones de madres y padres, representantes de sindicatos de docentes y representantes del sector educativo. El equipo técnico, sujeto a la autoridad general de un comité ministerial, tenía el mandato de elaborar la política docente nacional de acuerdo con el enfoque propuesto por la “Guía para el Desarrollo de Políticas Docentes” del Equipo Especial sobre Docentes.

La política docente nacional del Togo se estructuró en torno a tres ejes principales: eficacia, motivación y profesionalización del cuerpo docente. Cada eje principal se ocupa de una serie de dimensiones descritas en la “Guía para el Desarrollo de Políticas Docentes”. Durante su formulación, el equipo técnico nacional decidió añadir una décima dimensión sobre la participación de los docentes en el diálogo social.

El concepto de eficacia, según la definición de la política docente del Togo, está relacionado con las competencias y el desempeño de los docentes. En concreto, se ocupa de las normas profesionales, los marcos de cualificación y las estrategias de contratación, asignación y retención.

En lo que respecta a la motivación, la labor se centra en definir vías profesionales estructuradas, mejorar las condiciones de trabajo de los docentes, definir normas de remuneración coherentes con la remuneración nacional de profesiones con las mismas cualificaciones y responsabilidades, y aumentar la participación de la dirección escolar en la vigilancia y el seguimiento del buen desempeño de los docentes.

En términos de profesionalización, la política examina la responsabilidad de los docentes a través del desempeño: autoevaluación, evaluación entre iguales y evaluación de los resultados de aprendizaje. Además, elabora propuestas para mejorar la representación y participación de los docentes en el diálogo social.

Pasos siguientes

Las autoridades nacionales revisarán el documento de políticas elaborado por el equipo técnico para proceder a su adopción formal. La fase más importante será la aplicación de la política docente nacional. La colaboración permanente con las partes interesadas, la movilización suficiente de recursos financieros, la creación de estructuras de ejecución y seguimiento y la confianza en datos cualitativos y cuantitativos fiables y precisos sobre los docentes ayudarán al Togo a avanzar hacia sus objetivos educativos nacionales y hacia la meta del ODS 4 relacionada con la docencia. El Equipo Especial sobre Docentes continuará siendo un asociado clave en este proceso.