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La importancia de la cualificación de los docentes para los logros del alumnado

Dado que se trata del principal factor escolar que influye en los logros del alumnado, es esencial comprender la importancia de la calidad de la docencia para impulsar una educación de calidad para todos. Sin embargo, resulta difícil rastrear las cualificaciones de los docentes en el plano internacional, ya que no se dispone de un conjunto de indicadores de amplio alcance para medir y monitorear sus múltiples dimensiones.

La semana pasada, en el día mundial del docente, el Equipo Especial sobre Docentes presentó un nuevo informe de políticas, titulado “Qualified teachers urgently needed – What TIMSS data reveal about teacher training and student learning” (Se necesitan docentes cualificados de forma urgente: Conclusiones extraídas de los datos del TIMSS en relación con la formación de los docentes y el aprendizaje de los estudiantes), que profundiza en las cualificaciones de los docentes utilizando los indicadores del Estudio internacional de tendencias en matemáticas y ciencias (TIMSS) de 2019, como la formación inicial y el desarrollo profesional continuo de los docentes y su experiencia acumulada.

Conclusiones principales

Formación docente inicial:

La titulación más frecuente entre los docentes era un grado universitario. No obstante, los docentes de los países de ingreso alto poseen titulaciones superiores. En varios países europeos, más del 90% del alumnado recibía clases de un docente con un título de posgrado, y en algunos países de ingreso mediano más de un tercio de los estudiantes tenía asignados docentes que solo habían completado la educación secundaria alta.

Especialización de programas:

La mayoría de los docentes han cursado especializaciones relacionadas con la pedagogía. En promedio, esta afirmación se aplicaba a tres cuartas partes de los alumnos de matemáticas de 4.º curso. Con todo, abarca una amplia gama de jóvenes: a saber, el 90% o más del alumnado de los países europeos frente a menos de dos tercios del alumnado de algunos países en desarrollo.

Desarrollo profesional continuo (DPC):

  • La participación en cursos de DPC fue mayor entre los docentes de 8.º curso que entre los de 4.º curso. Entre el 40% y el 60% del alumnado de 8.º curso recibía clases de docentes que participaban en cursos de DPC, frente a entre el 30% y el 40% de los estudiantes de 4.º curso.

Desarrollo profesional continuo por tipo:

  • El DPC de apoyo a la educación inclusiva en línea fue insuficiente. El 46% del alumnado de matemáticas de 4.º curso recibía clases de docentes que se habían formado recientemente en el contenido, mientras que solo el 35% de los estudiantes recibían clases de docentes con capacitación en integración tecnológica. De manera similar, el 59% del alumnado de ciencias de 8.º curso recibía clases de docentes con formación en pedagogía, mientras que solo el 44% recibía clases de docentes con capacitación para tratar las necesidades individuales.

Experiencia previa de los docentes:

  • Los años de experiencia docente varían de forma significativa. En promedio, los docentes tenían 17 años de experiencia en 4.º curso y 16 años en 8.º curso. En algunos países europeos, el 70% del alumnado recibía clases de docentes con 20 años o más de experiencia, mientras que en algunos países de ingreso mediano aproximadamente un tercio de los estudiantes recibían clases de docentes con 5 años o menos de experiencia. 

Cualificación de los docentes y aprendizaje de los alumnos:

  • En general, los docentes con cualificaciones más altas, más formación pedagógica y más de 10 años de experiencia docente se asociaban a logros de aprendizaje mayores.

Recomendaciones normativas

Aunque es importante reconocer la complejidad de los factores que influyen en los logros del alumnado, en este informe de políticas se ofrecen las recomendaciones generales siguientes para que los responsables de la formulación de políticas puedan reforzar la cualificación de los docentes.

  1. Para mejorar la cualificación de los docentes, es crucial aumentar la calidad de la formación docente inicial. Se deben modificar las normas mínimas de formación de los docentes a por lo menos un grado universitario o equivalente, y los programas de formación de docentes deben incluir capacitación en diferentes habilidades, como en pedagogía y conocimientos especializados de la asignatura impartida. La formación de docentes previa al servicio también debe incluir experiencia práctica bajo la supervisión de docentes experimentados a fin de integrar el conocimiento teórico en la práctica docente.
  2. Se debería prestar apoyo a los docentes en servicio que carecen de formación formal con intervenciones periódicas de DPC orientadas a la profesionalización. También requieren un período de orientación inicial rigurosa y mentoría continua.
  3. Si bien todos los docentes necesitan un acceso mejorado y más amplio a intervenciones de DPC regulares y equitativas, el cierre de las escuelas derivado de la COVID-19 pone de relieve la necesidad de los docentes de recibir capacitación específica en integración tecnológica como apoyo a la docencia remota y en el tratamiento de las necesidades individuales en aras de la educación inclusiva.
  4. Los docentes con experiencia pueden ejercer un papel de liderazgo esencial en la capacitación de sus compañeros y a la hora de aportarles acompañamiento experto, realizar un seguimiento de su labor y participar en evaluaciones formativas de los docentes noveles. Se deben introducir incentivos en las trayectorias profesionales para garantizar que los docentes continúan ejerciendo como tales.
  5. Es crucial tener en cuenta las aportaciones realizadas por los docentes y sus representantes a través del diálogo social al definir sus necesidades de formación y profesionales más amplias.
  6. La nueva clasificación internacional normalizada de los programas de formación de docentes (CINE-T), que está preparando el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS por sus siglas en inglés), proporcionará un nuevo sistema de clasificación de los programas de formación de docentes con el objetivo de aclarar los asuntos relacionados con la cualificación de los docentes que se examinan en este informe de políticas. Permitirá generar nuevos indicadores de la calidad de los docentes que pueden utilizarse en la medición y evaluación del progreso hacia el logro de la meta 4.c de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionada con los docentes, y en el análisis del logro de la meta general sobre educación del ODS 4 y de otros ODS.

El TIMSS es una evaluación internacional de los logros de los estudiantes en matemáticas y ciencias que ayuda a entender la calidad de los docentes y su importancia para los logros del alumnado por medio de un conjunto de indicadores que contextualizan las cualificaciones de los docentes en los entornos escolares. Este nuevo informe de políticas del Equipo Especial sobre Docentes se basa en el último informe TIMSS de 2019, que abarcó 64 países. En el informe de políticas también se examinan los datos sobre logros del alumnado del TIMSS y se compara el aprendizaje de los estudiantes en los diferentes grupos de acuerdo con las cualificaciones de los docentes, con el objetivo de establecer relaciones y extraer conclusiones sobre la compleja contribución de la cualificación de los docentes al aprendizaje.

Créditos fotográficos: Shutterstock.com/Olga Kuzmina.