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# TeachersTransform - Los docentes transforman los espacios de aprendizaje: cómo los docentes produjeron un programa de televisión para llegar a los alumnos durante el período de confinamiento

“La pandemia nos enseñó que tenemos que aprender a adaptarnos al curso de los acontecimientos y responder a ellos. Para que el sistema educativo siga estando a la altura de los tiempos, no puede mantenerse inamovible”. 

Cuando se presentó la pandemia de COVID-19 y los países impusieron medidas de confinamiento, los docentes improvisaron soluciones de enseñanza a distancia lo más inclusivas y accesibles posible. 

En este sentido, los docentes de la escuela de primaria Clarke Junior School en Uganda no fueron diferentes. Al principio, intentaron continuar las clases a través de WhatsApp y de paquetes impresos que los progenitores podían recoger en la escuela. 

Pero cuando se dieron cuenta de que el confinamiento se prolongaría varios meses, estos docentes dedicados se propusieron encontrar una manera divertida, interactiva y segura de llegar eficazmente a sus alumnos. De modo que decidieron transmitir lecciones prácticas a través de la cadena de televisión local.  

“Nuestra directora, Katherine Tucker, fue quien primero sugirió la idea”, comenta Irene Nyangoma Mugadu, la responsable de aprendizaje del plan de estudios en la Clarke Junior School. Es también la especialista en educación del programa N*Gen de TV Africa tras su participación en el programa de televisión. 

“La pandemia nos obligó a innovar y a adaptarnos al cambio en las circunstancias. El personal docente no contaba con actores ni actrices, ni habíamos recibido capacitación en radiodifusión o presentación ante una cámara, pero estábamos decididos a evolucionar, a mantener la utilidad de nuestra función y a que los alumnos no perdieran clases”.

El trabajo en colaboración para transformar los espacios de aprendizaje

Durante la pandemia, se interrumpió el transporte público, de modo que los docentes recorrían a pie a diario el largo camino hasta la escuela para grabar las lecciones. 

“Propusimos ideas entre todos y elaboramos el contenido de las lecciones, con la participación de la directora. Se grabó con un equipo de rodaje mínimo y se transmitió en la cadena de televisión local”.

El contenido elaborado por la Clarke Junior School llamó la atención de Peripheral Vision International, una organización no gubernamental que aspira a contribuir al cambio social a través de la combinación de los medios de comunicación, la tecnología y la cultura popular. Se pusieron en contacto con el equipo docente y les ofrecieron colaborar con el programa Pan African Science, dirigido a promover el interés de un mayor número de niños en las materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM). 

“Al principio, el contenido incluía lectura, matemáticas y estudios sociales. Pero cuando se incorporó Peripheral Vision International, la atención se dirigió principalmente a las ciencias, ya que se consideraba lo más crucial, próximo y atractivo”, recuerda Irene. 

Desde sus humildes comienzos en la cadena de televisión local de Uganda en septiembre de 2020, N*Gen ha alcanzado tal popularidad que ahora se encuentra en 45 canales a lo largo de África. Asimismo, se transmite en el canal africano de los Estados Unidos y el Caribe. Ya se está preparando la tercera temporada.  

Durante la pandemia, los docentes de la Clarke Junior School presentaban cada episodio y participaban sustancialmente en la elaboración del guion. “Hacíamos experimentos que los niños podían reproducir en casa”, dice Irene, que todavía colabora como consultora en el programa en calidad de especialista en educación. 

“También reclutamos a nuestros propios hijos para que mostraran cómo hacer los experimentos. Las clases impartidas por niños se convirtieron en una parte esencial de N*Gen”, y a nuestro público les encantaban. 

El fomento de la participación y la experimentación para transformar el aprendizaje 

La escuela utilizó los episodios de N*Gen para complementar su estrategia de enseñanza a distancia. 

“Queríamos que aprender fuera divertido, y promover la curiosidad y el descubrimiento. Los episodios estaban dirigidos a alumnos del primer ciclo de primaria de todas las edades. Para que todos los niños de un hogar pudieran aprender juntos, los episodios se centraron en un tema específico para toda la familia. Más adelante elaboramos paquetes de aprendizaje apropiados para cada curso que incluían preguntas de conversación para que los niños y niñas indagaran más; además asignábamos experimentos, preguntas de investigación y tareas de redacción cuando era posible relacionarlos”, señala Irene.

“Por ejemplo, cuando hicimos un episodios sobre las montañas y los volcanes, mostramos la interacción entre el vinagre y el bicarbonato sódico para simular una erupción volcánica. Todos los niños de una familia podían trabajar juntos y crear su propio experimento científico en casa, y luego completar tareas de aprendizaje adicionales adaptadas a su nivel”.

De esta forma, se pudo llevar a cabo una versión adaptada del “aprendizaje en grupo” durante la pandemia. 

Los estudios indican que los alumnos que trabajan en grupos reducidos son capaces de aprender más lo que se enseña y retenerlo durante más tiempo que cuando el mismo material se presenta en otros formatos. 

La vuelta al aula con una perspectiva nueva 

Ahora que las escuelas han vuelto a abrir sus puertas, los docentes de la Clark Junior School han cedido el papel de presentadores en N*Gen a un nuevo equipo y han vuelto a sus aulas. 

“Los programas de N*Gen se centraban en crear una experiencia de aprendizaje estimulante e interactiva y ahora estoy aplicando este enfoque en mi aula. Presento el plan de estudios local de una manera práctica y atractiva para los alumnos.

En nuestra escuela, estamos haciendo todo lo posible para dejar atrás el modelo de aprendizaje mecánico. Creemos que todas las materias, incluidas las matemáticas, se pueden enseñar de manera divertida e interactiva. También utilizamos muchos juegos que fomentan la afición a las materias de CTIM, que de otra forma se considerarían muy difíciles”.

Existe la necesidad de transformar el apoyo que reciben los docentes y los alumnos

“En nuestra escuela, nos preguntamos, ‘¿Cómo es el mundo para el que estamos preparando a nuestros niños? ¿Qué tipo de competencias serán importantes para las carreras del futuro?’ Necesitamos equipar a nuestros estudiantes con competencias sociales, como la creatividad, la amabilidad, la apreciación de la naturaleza, el liderazgo y la relación con otras personas”, añade Irene.

Para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial el número 4, los alumnos deben estar alfabetizados y tener nociones de aritmética, así como los conocimientos, competencias, valores, actitudes y comportamientos necesarios para construir sociedades justas, pacíficas y sostenibles. 

Según la UNESCO,  esto supone garantizar que los sistemas educativos promueven la comprensión, el respeto y el cuidado mutuos entre todas las personas y por el planeta que compartimos. Empoderar a los alumnos para que participen de manera responsable y creativa en un mundo en (rápida) evolución.

“La tecnología inclusiva tiene un enorme potencial para lograr una divulgación unificadora más amplia, en especial en África Subsahariana, pero es preciso equipar a los docentes con las competencias necesarias para utilizar enfoques multimedia en el aula con el fin de que la educación evolucione al ritmo de los tiempos”.

Puede consultar más información sobre la campaña #TeachersTransform [Los docentes transforman] en el marco de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación.

Photo credit:  Irene Nyangoma Mugadu