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El fomento de la investigación colaborativa con docentes para definir los futuros de la educación

Autores: J-C Couture, Sam Sellar y Roar Grøttvik*

El presente artículo se basa en un documento de antecedentes preparado para la iniciativa Los futuros de la educación.


Los docentes pueden y deben situarse en el centro de los debates sobre los futuros de la educación y la elaboración de respuestas educativas a las amenazas ambientales, la disrupción tecnológica y la actual pandemia. Esta última nos ha recordado que no podemos pretender que el futuro sea una extensión lineal del presente y ha hecho que educadores, padres y estudiantes se vean obligados a luchar por conseguir alternativas a la visión institucional del aprendizaje digitalizado y personalizado, la cual no logra proporcionar una perspectiva holística de la educación.

Los futuros de la educación que plantean actualmente algunas organizaciones internacionales, junto con entidades empresariales y filantrópicas, implican imaginar el mundo pospandemia como un lugar que ha sido “revolucionado” por las nuevas tecnologías y la reconceptualización de la enseñanza, en el cual la profesión docente es anacrónica y representa un obstáculo para el cambio. Si bien es cierto que la disrupción desencadenada por la pandemia constituye un catalizador para que se produzca un cambio fundamental, debemos ir más allá de las cuestiones que atañen únicamente a la disrupción tecnológica, con el objetivo de ampliar las conversaciones sobre los futuros de la educación y de incluir en ellas no solo a los docentes, sino también a los estudiantes, las familias y las comunidades. La clave se encuentra en averiguar cómo democratizar la manera en que imaginamos el futuro y nos preparamos para él (Urry, 2016: págs. 2 a 13).

Los docentes redefinen las conversaciones sobre su futuro

En el documento de antecedentes que hemos presentado recientemente para la iniciativa de la UNESCO Los futuros de la educación, nos planteamos si sería posible ayudar a la profesión docente a definir los futuros de la educación mediante nuevas formas de colaboración entre organizaciones de docentes e investigadores académicos. En este sentido, sostenemos que los estudios del futuro necesitan de la profesión docente, y las organizaciones de docentes necesitan del pensamiento futurológico.

Las organizaciones de docentes deben conjugar de forma equilibrada las tácticas a corto plazo y la estrategia a largo plazo. Esto se debe a que los docentes suelen verse obligados, bien de forma directa o indirecta, a ocuparse de cuestiones generales sobre cómo se podrían abordar los problemas sociales y ambientales desde la educación y, al mismo tiempo, las organizaciones necesitan encontrar soluciones pragmáticas con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo cada vez más difíciles a las que se enfrentan los docentes de todo el mundo. Es importante que las organizaciones de docentes mantengan un esfuerzo táctico de resistencia y cooperación como respuesta a un horizonte muy próximo que Sohail Inayatullah (2013) denomina “futuros pronosticados”. Además, deben desarrollar un pensamiento futurológico crítico y participativo que genere nuevas posibilidades de renovación y liderazgo profesional a través del apoyo a sus miembros, de manera que estos sean capaces de imaginar futuros alternativos (Inayatullah, 2013).

Si las organizaciones de docentes recurren al apoyo de “amigos críticos” dentro de la academia, podrán seguir avanzando en la investigación sobre la “construcción de los futuros” sin dejar de velar por los intereses de sus miembros. Los docentes ya producen conocimiento y lo moldean en su vida profesional, pero tanto las organizaciones de docentes como los académicos pueden beneficiarse de colaboraciones que se centren en los futuros de la profesión. De hecho, existen numerosos casos de éxito en los cuales académicos y organizaciones de docentes han trabajado juntos para generar nuevos enfoques sobre el cambio educativo basados en la investigación.

Sindicatos, académicos y responsables de la formulación de políticas trabajando juntos: la Alianza Noruego-Canadiense

El Sindicato Noruego de Educación constituye un ejemplo de organización docente que se ha convertido en co-creadora de futuros de la educación alternativos. Para ello, han desarrollado un enfoque más estratégico en lo que respecta a la investigación, que consiste en asumir el compromiso a largo plazo de repensar y reorientar su capacidad de generar conocimiento mediante la publicación de un documento de estrategia de investigación y a través de la colaboración con nuevos asociados.

Las dos esferas prioritarias de la estrategia de investigación del Sindicato Noruego de Educación fueron: democracia y formación (Bildung) y asignaturas, esferas temáticas y procesos de aprendizaje. Sobre estas premisas, y tras un año de negociaciones, el proyecto de Alianza Noruego-Canadiense (NORCAN) se puso en marcha en Banff, Alberta, en 2015. Se trató de una labor conjunta de investigación llevada a cabo por la Asociación de Docentes de Alberta, la Federación de Docentes de Ontario y el Sindicato Noruego de Educación, en colaboración con el Ministerio de Educación de Ontario. NORCAN logró tejer una red formada por nueve escuelas y proporcionó a docentes, dirigentes escolares, estudiantes y académicos la oportunidad de investigar, de forma colaborativa, sobre la “construcción de los futuros”, “replanteándose lo que significa presentar un buen desempeño escolar en matemáticas” (Stiles, 2019).

Tanto en Noruega como en el Canadá, la preocupación por el desempeño académico en matemáticas había terminado por generar una cultura basada en la rendición de cuentas y los exámenes. Ante esta situación, los altos cargos del sindicato que participaban en NORCAN consideraron que era necesario proteger la autonomía profesional de los docentes, lo que supuso tener que hacer frente a la idea de que los docentes, por sí mismos, no estaban capacitados para innovar y liderar el cambio educativo. De esta manera, a medida que la labor de dicha alianza se fue desarrollando, el foco de atención dejó de estar centrado en buscar un desarrollo educativo pragmático y pasó rápidamente al pensamiento futurológico crítico y participativo.

La búsqueda de nuevas alianzas para definir los futuros de la docencia

La pandemia mundial ha intensificado las amenazas que podrían menoscabar la educación pública. Es por ello que la profesión docente debe seguir velando por ser escuchada en todos los procesos de reforma y, al mismo tiempo, mantenerse unida a las comunidades a las cuales presta sus servicios, con el objetivo de democratizar los futuros de la educación. Necesitamos nuevas alianzas como la Education Futures Partnership, cuya prioridad sea plantear qué tipo de futuros educativos queremos y por qué.

Tanto las organizaciones de docentes como la comunidad académica deben dar prioridad a la construcción colaborativa y participativa de los futuros para dar respuesta a las disrupciones actuales. Es necesario trabajar juntos para garantizar que la forma en la que concebimos los futuros de la educación se mantenga firmemente fundamentada en la idea de que la educación es un bien público. Si establecemos alianzas, podremos superar el desafío que planteaba Hannah Arendt cuando afirmaba que “la educación es el punto donde debemos decidir si amamos lo suficiente a nuestros hijos para no expulsarlos de nuestro mundo y abandonarlos a su suerte; para no arrebatarles la posibilidad de iniciar algo nuevo, algo nunca visto por nosotros, y donde podemos prepararlos, de forma anticipada, para hacer frente a la tarea de renovar un mundo común” (1993: pág. 180).

 

Referencias

Arendt, H. (1993), Entre el pasado y el futuro, Nueva York, Penguin Books.

Inayatullah, S. (2013), “Estudios del futuro: teorías y metodologías”, págs. 36 a 66.

 Stiles, P. J. (2019), “Disrupting School Leadership-A Leadership of Disruption”, tesis doctoral, Universidad de Alberta, Edmonton, Canadá.

Urry, J. (2016), “What is the Future?”, Cambridge, Polity Press.


Las denominaciones empleadas en este artículo y la forma en que aparecen presentados los datos no implican, tanto de parte de la UNESCO como del Equipo Especial Internacional sobre Docentes para Educación 2030, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni sobre la delimitación de sus fronteras o límites. Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de la UNESCO ni comprometen en modo alguno a la Organización.

Créditos: Créditos fotográficos: Taichung ANL/Flickr.com


*El Dr. J-C Couture es, en la actualidad, profesor adjunto de la Facultad de Educación de la Universidad de Alberta y del Instituto de Estudios sobre Educación de Ontario.

El Dr. Sam Sellar es Profesor Asociado de Educación en la Universidad Metropolitana de Manchester y editor principal de Discourse: Studies in the Cultural Politics of Education [Discurso: Estudios sobre la Política Cultural de la Educación].

Roar Grøttvik es asesor político del Sindicato Noruego de Educación y Presidente del Consejo del Instituto Internacional de Investigación de la Educación.